Hace unos días murió el madrileño Javier Krahe, un sabio de esos que hacen reír. Era poeta y cantante, pero sobre todo un defensor del humor y la libertad. Sus canciones recreaban pequeños momentos de la vida cotidiana, a los que convertía en poemas cargados de ironía. Nunca fue un artista de masas, siempre se presentaba en lugares pequeños, le gustaba decir que ‘’uno tiene derecho al fracaso’’, pero allí donde se presentaba las entradas volaban. Solo daba conciertos en invierno, ‘’el verano era para descansar al lado del mar’’ explicaba cuando le preguntaban por su ausencia en las salas. Era un romántico burlón, se reía de todo, empezando por el mismo, y hacía pensar y disfrutar a la gente con sus fábulas. Tuve la suerte de verlo varias veces en el escenario, era un placer escucharlo junto a su banda inseparable.  

Descubrí a Javier krahe cuando llegué a estudiar a España, en el año 86. Acababa de realizarse el referéndum de la OTAN y gobernaba Felipe González. Felipe había dicho NO a la OTAN antes de ganar las elecciones y luego cambió de idea y propuso un referéndum, e hizo campaña por el Sí a la OTAN. El resultado de la votación dio como vencedor al Sí por un pequeño margen. España entró a ser parte de la alianza militar, traicionando el partido socialista su posición original.

Fue entonces que Javier krahe escribió la canción ‘’Cuervo ingenuo‘’ que se hizo famosa por ser censurada en televisión española, en plena democracia. TV española había pactado la emisión de un concierto de Juaquín Sabina, esa noche Sabina invitó a Krahe al escenario y este soltó su última creación disfrazado de indio apache. Aquella canción cargada de humor denunciaba la traición de Felipe Gonzales, y eso no se podía permitir. En el momento que krahe empezó a cantar se apagaron las cámaras de Televisión española, el tema se censuró. Pero no todas las cámaras se apagaron, uno de los camarógrafos siguió grabando para que la canción pasara a la historia.

Desde aquel momento Javier Krahe pasó a ser una especie de cantautor maldito que sufrió las consecuencias de no aceptar las presiones del poder. Le cerraron muchas puertas y no le importó. Por donde iba le pedían aquella canción, y por supuesto la cantaba. Yo me hice su fan y lo he seguido siempre. Hoy me entristece mucho saber que ya no podrá volver a decir a los poderosos con su pluma apache en la cabeza ‘’hombre blanco hablar con lengua de serpiente’’. Murió el domingo, en su casa de un pueblo de Cádiz, mientras descansaba al lado del mar.

He leído que proponen hacerle un monumento en una plaza de Madrid, se lo merece, pero no estoy seguro de que sea buena idea, ya que Javier Krahe escribió estos versos en una canción:

Gracias a mi conducta/ vagamente antisocial, /temo no verme nunca / encamado a un pedestal: /no alegrará mi efigie/ el censo de monumentos/ no vendrán las palomas/ a rociarme de excrementos.

Aquí un pequeño documento con la grabación de aquella canción que nunca se emitió 


y otro video con una de las últimas veces que la cantó, fue en una pequeña sala madrileña, esta vez invitó a Pablo Iglesias a subir al escenario, además le cambiaron la letra para que la Merkel con (con su lengua de serpiente) actualizara la canción.