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Mauy cuando tenía 11 años en Bagdad

Un largo invierno

Publicado: 2015-11-09

Estuve en Bagdad durante la guerra, viendo de cerca la ocupación y el horror. Fui a recoger los testimonios de las víctimas de los bombardeos de la coalición encabezada por los EEUU. Pude recoger las historias de los civiles heridos, hablar con los que sobrevivieron y con los que perdieron a sus familiares. Nunca se contaron los muertos. 

La película que rodamos se llama Invierno en Bagdad. Estuvimos durante dos meses en el invierno más frío de aquella ciudad. Fuimos a conocer a la población civil por la que nos habíamos movilizado millones de personas en el mundo para intentar parar la guerra. Convivimos con las víctimas, nos recibieron en sus casas, entramos en sus vidas, nos mostraron su dolor y su miedo.

España y Gran Bretaña hicieron posible esa guerra ideada por el presidente Bush y fueron fuerzas ocupantes. Hoy leo que Tony Blair, gran entusiasta de bombardear e invadir Irak, ha pedido perdón. Dice que nunca existieron armas de destrucción masiva, razón por la que se justificó la guerra. También admite que esa guerra ha sido causante de la aparición y crecimiento del grupo yihadista Estado Islámico, que hoy siembra el terror.

En Bagdad pude rodar en los hospitales donde los médicos atendieron a las víctimas de los bombardeos. En el pasillo de uno de ellos conocí a Mauy Mayed Ibrahim, una niña de 11 años que se había negado a que la amputaran su brazo destruido por una bomba de racimo (que está prohibida por la comunidad internacional) la bomba entró hasta su habitación mientras ella dormía. En los ataques murió su mejor amiga del colegio. Mauy nunca más volvió a soñar tranquila, ha dedicado su vida a salvar su brazo. Y sigue luchando.

También conocí a Mustafá Imad Adi, un niño de 12 años. Durante el ataque norteamericano, la metralla de una bomba le destrozó la pierna. Mustafá nos contó que cuando dormía soñaba que podía ir caminando al colegio, como antes. Su madre nos dijo ‘’espero que nunca le suceda esto a una madre en ningún lugar del mundo. Va a ser muy difícil que podamos volver a reír’’.

Conocimos a muchas víctimas, algunas están en la película. Un día nos hablaron de un niño que había perdido a toda su familia en Basora, por los ataques ingleses. No le quedaba nadie, lo había perdido todo. Un soldado británico lo llevó hasta Bagdad y lo había entregado a un hospital. Aquel niño se quedó a vivir con los médicos y enfermeros, no había nadie que lo reclamara. Postergamos varios días nuestra cita para ir a conocerlo por temas de rodaje. El día que fuimos había muerto. Murió de una enfermedad que había contraído en el hospital, no había medicinas para curarlo. Lo habían enterrado en un terral junto hospital, su tumba no tenía ni nombre. Nunca lo conocí, pero nunca lo olvidaré. Nos retiramos de aquel lugar en silencio. Aquel día pensé en los niños que habrían muerto en esta guerra y en otras que ni siquiera tienen una tumba con su nombre. Como ocurrió en mi país.

El perdón sin justicia no existe. Blair nunca será juzgado. La impunidad es también un crimen de guerra.

Mauy cuando tenía 11 años nos dijo ‘’ojalá no tuviéramos petróleo’’. Hasta los niños en Bagdad sabían la verdadera razón por la que se bombardeó y ocupó Irak. Pero Blair dice que no la sabía. Y Aznar, su compinche en España, ha dicho que no piensa pedir perdón. Ambos defienden el crimen. El cinismo del inglés habla con lengua de serpiente.

Pude conversar con Mauy hace poco, en la actualidad tiene 22 años. Estudia sociología en la universidad de Bagdad. Ha denunciado a los EEUU por atacar a la población civil y destrozar su brazo. Ella sigue luchando contra la impunidad.

Nota: La película no se estrenó en las salas en Perú, pero se puede encontrar en Polvos Azules.


Escrito por

Javier Corcuera

Director peruano. Entre sus películas se encuentran "Sigo siendo", "La espalda del mundo" e "Invierno en Bagdad".


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Javier Corcuera

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