Hay medios en comunicación en el Perú que piensan que la política es "cosa de machos". No soportan que las mujeres tengan visibilidad y voz en nuestro país. Menos cuando no coinciden con sus intereses. Esos “periodistas” funcionan con el mismo respeto que la mano de Mamani. La agresión sexista es su arma desde los púlpitos del poder mediático. Nadie firma la agresión, actúan desde el anonimato. La parlamentaria Marisa Glave, acosada desde hace meses por el diario Expreso y Manifiesto ha decidido denunciarlos. Al defenderse está defendiendo a todas. Los agresores mediáticos tienen que saber que no son impunes, para que a diferencia de Mamani, no puedan celebrarlo con un video el próximo año nuevo. 

En el otro lado del mundo, una vez escuché decir a Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, que había que feminizar la política. En el Perú, deberíamos hacerle caso, hay que feminizar la política y también los medios de comunicación.

No son buenos tiempos. En este continente, Bolsonaro, en su discurso de toma de poder hace unos días en Brasil, le declaró la guerra a las mujeres. Estaban los representantes de América Latina, pero nadie dijo nada. Aquí en Perú, seguramente esos “periodistas” de Expreso y Manifiesto aplaudieron entusiasmados.