¿Se puede estar en contra de lo que significó la dictadura de Fujimori y defender esta Constitución fruto de un golpe de Estado?

En el Perú, si mañana hubiera un referéndum por una nueva Constitución, muchos de los que se dicen antifujimoristas votarían lo mismo que los defensores del exdictador. En el Congreso, los representantes que se consideran liberales cerrarían filas con los fujimoristas. Los fujimoristas, orgullosos de esta Constitución, consideran que es la biblia que salvó al Perú. Estos políticos y los medios de comunicación no quieren ni oír hablar del tema. Cada vez que alguien lo menciona, dan un grito al cielo. Como si esta Constitución fuera algo sagrado, casi divino, que no se debe tocar.

No existe una verdadera transición democrática que mantenga la Constitución de una dictadura. Si no hay un nuevo pacto político y social que declare ilegítima la Constitución vigente y lleguemos a un nuevo acuerdo de convivencia, no podremos avanzar en la construcción de un país distinto, realmente democrático. Es el momento de hacer la transición que no se hizo. ¿O pensamos llegar al bicentenario con la Constitución de un golpe de Estado?

Mientras llega ese día, este 15 de enero, nos vemos en las calles. Hay que defender los derechos laborales que constitucionalmente nos quieren seguir quitando.