Nota del Director


Mi necesidad por contar la historia de Javier Heraud viene de muy atrás. Heraud fue alguien muy presente en mi infancia, era como ese familiar ausente que todos deseamos que un día regrese. Su imagen y su poesía estuvieron siempre en nuestra cotidianidad familiar. La razón de esa presencia radica en que mi padre fue muy cercano a Javier, los unía una profunda amistad y su pasión por la poesía. La muerte de Javier fue para mi padre como la muerte de un hermano.  

Desde mi adolescencia, la poesía de Javier y su tan temprana partida despertaron mi interés, quería saber más sobre ese joven que escribió su obra poética hasta los 21 años y lo dejó todo por sus ideales de justicia social. Siempre me impresionó su poesía visionaria, que se adelanta a su destino. También me inquietaba su vocación por el cine. ¿Qué películas hubiera realizado Javier Heraud?, me preguntaba.

Luego pasaron los años y me dediqué al cine. Desde mis primeros trabajos tuve presente la idea de hacer una película sobre Javier Heraud. Estuve a punto de lanzarme varias veces pero dudaba, ya que era un tema muy personal, casi familiar y el cine que hacía caminaba por otros lugares. Pero hace unos años sentí la urgencia de hacer la película. Muchas de las amistades de Javier ya no estaban, se había perdido la oportunidad de recoger sus testimonios. Pensé que era el último momento para rodar un documento que perdure. También el ofrecimiento de la familia de permitirme acceder a todos los objetos, fotografías, poemas y cartas inéditas de Javier, hicieron que me vuelque en hacer este documental. Fue definitivo conocer a Ariarca, su sobrina nieta, que cumplió 21 años cuando rodamos la película, la edad que tenía Javier cuando fue acribillado en el río Madre de Dios. Es ella la que abre el baúl de los recuerdos y descubre que hay una historia por contar.

Después de esta experiencia, viajando por la vida de Javier Heraud, solo me atrevo a decirles (ahora que lo conozco un poco más) que el Perú perdió uno de sus mejores amigos. De esos que son imprescindibles.

Hoy cerré la película. Les dejo este pequeño adelanto.


Javier Corcuera